Descubriendo a Donna Wilson
Hay veces en las que la casualidad te lleva a descubrir un objeto que no sabes porqué pero despierta en ti esa sensación de “tiene que ser mío”. En esos momentos y mal que nos pese, te sientes un poco como la señora del programa “Mujeres ricas” que al ver el cuadro de Miró dice “lo quiero yyyya”.
Por suerte no me pasa muy a menudo y hay veces en que el desmesurado precio me tira sabiamente para atrás. Un ejemplo: los benditos cojines de Jonathan Adler que llevo admirando desde hace años (175$ por un cojín, ¿estamos locos o qué?).
Pues bien, justo me ha vuelto a suceder el finde pasado. Paseando con mi hermana por el Born de Barcelona entramos en la tienda domesticoshop (por recomendación de Paula, una mami de la guardería) y ahí estaba él… El cojín perfecto para mi sofá! Me costó un poco entender el logo de la etiqueta pero me lo apunté en el móbil para valorar en casa si merecía la pena gastarme 53 en un cojín.
De momento todavía no me he comprado el cojín (el peso de los 53) pero sí que me ha servido para descubrir toda una pedazo diseñadora que aprovecho para presentaros en el post de hoy: Donna Wilson!
Donna es una diseñadora escocesa afincada en Londres que en su show final del Royal College of Art sacó unos extraños y divertidos muñequitos tejidos en lana.
Al parecer arrasó con ellos y en pocos días se los habían quitado de las manos. Con el tiempo su creatividad le ha llevado a ganar premios (Designer of the Year en el Elle Decoration’s British Design Awards 2010) y a crear otros productos…
Bufandas súper coloridas y con formas geométricas o de animales. Las de los animales tipo zorro y cisne han triunfado tanto que ya tienen un montón de clones:
Guantes, calcetines, gorros de lana súper suavecitos…
Cerámica, vidrio, servilletas y otros accesorios para la cocina:
Y como no, cojines y mantas ideales para minimoi!
Al igual que Ingela P Arrhenius (que ya os presentamos aquí) Donna apuesta por los colores alegres y materiales de calidad.
Photos via Donna Wilson, Ideas to Steal, SCP
Espero que os haya gustado. En fin, no me alargo más que tengo que ir a comprar el cojín 😉